Newborn {Reira.}

Por alguna razón la llevé hasta la perfectura de Aomori, supongo que por el frio que siempre hacia, la soledad y el espacio que nos ofrecia. La recoste en el suelo sus gritos eran cada vez mas fuertes, su cuerpo en tensión se estiraba y recogia repetidas veces a causa del dolor. Conforme pasaban las horas su cuerpo mostraba sutiles cambios, su corazón parecia el de un caballo salvaje cabalgando despavorido. Cada 5 horas recorria un perimetro de 12 kilometros, sabia que nadie iria por esos lugares pero me tranquilisaba hacerlo ya que su dolor era algo hiriente para mi. Pero ya no seria solo la inglesita, la pelirroja, seria mucho mas.
Habian pasado 3 dias desde la mordedura pero seguía allí tirada agonizando del dolor. ``No fue suficiente veneno? Habia hecho algo mal? A caso no lo lograria?´´ Todo aquello me tenia en un mar de dudas y miedos. Tenia que recorrer el perimetro pero me asustaba la idea de alejarme y que despetara sola y sedienta. Faltaba escasos minutos para el crepusculo cuando derrepente su loco corazon latia mil veces mas fuerte y rapido que antes, parecia un tambor de guerra anunciando el ataque. Sin ningún aviso paró de latir, todo estaba en silencio y ella se puso de pie. Su cuerpo se estiró. Estaba de pie, muy erguida, y sus movimientos eran rápidos. Caminé lentamente hacia ella.
Todos sus pequeños defectos e imperfecciones se habían borrado, aunque no sabría deciros de qué defectos podría tratarse. A mis ojos, ahora era perfecta. Sus labios mostraban el tono rosa más pálido que se pueda imaginar. Tenía el aspecto delicado de un diamante cuando atrapa un rayo de luz. Cerré los ojos y volví a abrirlos, y comprobé que todo aquello no era una ilusión, igual que tampoco lo era el silencio de ella. Su cabello resultaba aún más asombroso, porque parecía tener vida propia. Eran tantos los colores que se movían en él, que casi parecía retorcerse, millones de finísimas hebras agitándose en torno a su rostro y su garganta, de un blanco impoluto. Debí hacer algún ruido, porque ella reaccionó ligeramente.
- Ahora, ahora somo iguales-exclamó, y su voz me sobresaltó. Era más suave y sonora que antes. Observé sus dedos que tocaban los míos. Vi que nuestra carne era idéntica. De pronto, no tuve otro pensamiento que abrazarla, estrecharla contra mí y no permitir que nunca se fuera. Ella estaba ansiosa y no dejaba de mirar a su alrededor. Comprendí lo que le estaba sucediendo. Necesitaba tiempo para ver y calcular con su nueva visión. La brisa movió las hojas de los arboles y le levantó el cabello junto a la nuca, y, cuando se dio la vuelta, me estremecí al contemplar la cabellera enmarañada en torno al
rostro, los ojos muy abiertos y llenos de mil y un fragmentos de color y una luz casi trágica. Vi que no le tenía miedo a nada.
Con su mano izquierda tocó su garganta. La sed. Debía estar ardiendo. Yo necesitaba sangre imperiosamente y ella ansiaba probarla, de eso estaba segura.

Todo aquel vil dolor, era un feroz fuego recorriendo mi ser, jugando y divirtiendose mientras me quemaba. No tenia nocion del tiempo y tampoco queria tenerla, segun Saya serian tres dias. Tres dias de vil e interminable dolor. Quien en su sano juicio querria contar cada minuto de aquella terrible tortura? Aun sin quererlo podia sentir como ocurrian cambios, me sentia cada vez mas fuerte y podia ser conciente del tiempo pero no, no queria y me deje llevar por las violentas quemaduras.
Llegó un momento en que mi corazon latia un millón de veces mas rapido que antes, todo el fuego se retiraba hasta el. Lo proximo que escuche fue como si explotara; una explocion sorda que levantó unos centrimetros mi espalda y la dejó caer. Mi corazón ya no palpitaba; estaba quieto y no sentia dolor. Habia muerto y segui con vida, aun sabiendo que tendria una nueva vida era contradictorio.
Me levanté, escuché un ruido, era Ai. Estaba emocionada y no pude evitar decirle - Ahora, Ahora somos iguales - Mi voz sufrio un ligero cambio pero me gustaba. Toqué sus dedos, ya no eran frios y nos abrazamos. Podia ver claramente en la oscuridad casi como si fuece de dia y a una gran distancia, no respiraba eso era algo chocante, mis pulmones no necesitaban aire. La brisa que llegó movia las hojas de los arboles junto con mi cabello. Quize respirar y una infinidad de olores me inundaron, el bosque, la humedad, el dulce olor de la esencia de Ai y el mar sobre todo el salado olor del mar llegó hasta mi y podia casi saborear la sal que de el desprendia. Todo aquello quemó mi garganta, un ligero eco de quemar del veneno, llevé la mano izquierda a mi garganta. Era muy molesto y me lastimaba. Miré sorprendida a Saya, tenia una sed inimaginable.
Ella sonrió y dijo - Es algo natural, ven sigueme
Salio dispara y yo le seguia a tal velocidad que pareciamos volar. Mientras corriamos escuchaba atentamente sus palabras - Quizas al terminar te sientas culpable pero has de experimentarlo tu misma inmediatamente.
Se detuvo y yo con ella, señaló con un dedo hacia la derecha y miré. Era un estrecho camino de tierra que llegaba al mar, escuche atentamente y oia pasos y vocez. Eran tres? No, eran 4 personas, tres adultos y una niña. Una familia que regresaba de una jornada de pesca. Respiré y el aroma me embriagó. No me controlé, me abalancé contra ellos tomando entre mis brazos al hombre mas fuerte y maduro. Mordí la arteria que sobresalía de su cuello. El chorro de sangre golpeó mi paladar. Emití un breve grito, a la vez que le aplastaba contra mi.
¡¡¡Oh equello era pura luz convertida en líquido!!!
Noté que mis hombros se alzaban, que mis dedos se clavaban todavía más en su carne y que casi surgía de mi cuerpo una especie de zumbido. Mi única visión era su pequeña alma jadeante, mi única sensación era la de un abandono intenso. Los otros humanos no se habian enterado de lo sucedido, solo gritaron cuando solté aquel pedazo de carne y tome a el tierno chico detras de mi. Pero, ¡ah!, qué aspecto tan delicioso tenía aquella carne viva. Me sentí dominada por una sed despiadada.
Nadie jamas sentió todo lo que sentí. Al terminar vi como Ai se alimentaba de la mujer, la niña corria asustada. Corri y me detuve delante de ella, percibí el agitado latir de su pequeño corazón e imaginé el sabor de su sangre y me invadió de pronto una sensación avasalladora, rica y cálida
que se apoderó de mí por completo. Ni siquiera me lo pensé, su dulce olor mesclado con el del mar, su sudor y esa sagre tan pura. - Gracias y adios pequeña. - Dije al tomar su cuerpo en brazos para dejarla junto a su fallecida familia.

Sali corriendo y ella me siguio, ibamos de caza. Al oler a las presas paramos. Su mirada de concentración era tan fija tan resuelta, que resultaba casi puramente humana. Reira no se perdía un solo detalle. Sin embargo, cuando avanzó hacia el hombre, no hubo en ella nada de humano. Se convirtió en un puro depredador, como sólo puede serlo una fiera. Me sobrecogió una sensacion de espanto y admiracion al verla avanzar por el camino de tierra como si ni siquiera lo rozara, comprobar cómo todas las cosas, incluso los mechones de su cabello mecidos por
la brisa en una dirección y otra, parecían de algún modo sometidas a su dominio. Me dio la impresión de que, con aquel paso inexorable, mi nueva compañera podría hasta haber atravesado todas las paredes que estuvieran en su camino con tal de llegar a su presa. Me quedé y observé desde las sombras como terminaba con uno y tomaba a otro. No cabia en mi regocijo, los gritos de la mujer empesaban a molestarme; en menos de un segundo ya estaba bebiendo de su delgado cuello. La pequeña salió corriendo completamente asustada, mi neofita la alcanzó. Me pareció verla vacilar por un instante. Tal vez se sentía ligeramente horrorizada. De ser así, ello indicaba que pronto tendria un terrible cargo de conciencia. Pero, si realmente tuvo alguna duda, ésta no duró más de un segundo. Bebió de la pequeña y aprecié el efecto de la sangre en su interior, complaciendole, haciendole mas fuerte y calmando su sed. Escondimos los cadaveres y pusimos rumbo a Tokyo, nuestro paso era lento pero imparable, fui contandole mi historia, los vampiros que habia conocido, las mil y una maneras de desacernos de los cuerpos que dejabamos por el camino. Como debia controlar su nueva condicion de no-muerta, todo lo que necesitaba saber. En realidad era innecesario volver a Tokyo lo mejor seria largarnos del pais cuanto antes, pero si algo devia de ver con sus nuevos ojos era esa ciudad; la amabamos y desde luego nuestros ojos rojos y palidez no destacarian mucho gracias a los cosplayers, fans de visual key, los del fans service y los divertidos amantes del steampunk. Todos reunidos en su mayoria en Akihabara. Era fantastico. Un intenso recorrido y nos iriamos a recorrer el mundo, queria enseñarle tantos lugares y tantas cosas!!
Sabia que no estaba arrepentida pero le preguntaria al llegar a la ciudad.

Me sentia libre como una diosa, tan fuerte, veloz y llena de energia. Volviamos a Tokyo y Saya me contaba su inicio como vampira y otras cosas importantes que deveria saber y nunca olvidar. Aunque ahora no volveria a olvidar nada. A lo lejos se veia la ciudad inundada en millones de lucecitas brillantes mientras la acariciaba un viento templado que anunciaba el otoño. Ai salió con una inesperada pregunta: - Te sientes culpable por alimentarte de la pequeña?- Le miré con una sonrisa algo amarga. - No tengo la obsion de escojer en estos momentos no? Me lo contaste antes, sera imposible pararme a pensar cuando me ataque la sed, la muerte llega y nos lleva indiscriminadamente, por que iba a sentirme culpable de aliviar mi sed? Quizas dentro de unos años cuando pueda controlarme, pero ahora las principaless protagonista de vida serán mi sed y la sangre, dulce y sabrosa, que me aliviará mientras beba y beba.-
Era la misma ciudad de antes pero totalmente distinta. Cada calle, estacion de metro, callejones oscuros y parques, lo recorri todo como si fuera mi primera vez.
Luego de 2 fascinantes dias volvimos a mi piso. Recogimos las cosas nos duchamos y cambiamos de ropa, busqué mi abrigo favorito, uno azul marino y a Saya una chaqueta roja. Recordé a mis amigas pero me detuve, ya no queria mirar a tras, era hora de vivir mi nueva vida.

Su respuesta a mi pregunta fue larga pero con sentido, estaba satisfecha, no se convertiria en Jack el destripador ni soltaria un llanto patetico al arrebatar alguna vida. Ni un extremo ni otro.
Dos dias recorriendo la ciudad como si fuera la primera vez cuando volvimos a su piso. ``Oh la escena del crimen´´
Nos duchamos y cambiamos de ropa, salimos a gran velocidad de allí. Tomamos un taxi hasta el aeropuerto de Narita, tomamos un vuelo hasta Hong Kong y alli corrimos y corrimos por todo el pais, dias semanas meses recorriendo Asia Africa Europa America. El lugar donde pasamos mas tiempo fue Rio de Janeiro, 3 semanas en el mismo sitio y todo gracias a las maravillosas playas y el ruidoso carnaval. Nos lo pasamos como nunca musica baile y sangre.

Después de meses recorriendo el mundo pasamos un tiempo en Rio de Janeiro, solo allí podias disfrutar tanto del baile la musica y la dulce sangre. Era eufórico y me gustaba, tanto que una noche me descontrolé y destrocé una pequeña aldea indígena en la selva, perdí el control como nunca lo había hecho. Aquello nos llevó a una acalorada discución, nuestra primera discución; salí corriendo y no paré hasta llegar a Canadá, no sabia cuantos dias habian pasado pero me encontraba sola en aquellos bosques frios y oscuros. Me alimenté de varios excurcionistas los dias siguientes, donde estaba Ai? Por que no me habia seguido?
Una tarde mientras soltaba un cadáver fresco miré al cielo, el cielo nublado y la nieve callendo; no tenia frío pero hanelaba la sensación de soplar aire caliente en mis manos y frotarlas entre si. Al hacerlotomé el cuerpo que aún estaba caliente, eso me agradó y pensé en el calor que desprendía, poco a poco sentía mas calor y sus ropas estaban ardiendo. Me sobresalte de sobremanera busqué a mi alrededor pero no habia nadie mas, me encontraba sola en el bosque. Pensé ``Si Ai tiene un don por que yo no?´´ Según ella no todos tenian la capacidad de tener alguna habilidad, siempre lo decía cuando le preguntaba si yo podria tener alguna habilidad.
Rapidamente pensé en lo sucedido y repetí el preceso solo que ahora con unas ramitas secas que ardieron enseguida, era el soplido o la friccion de mi piel al frotar mis manos? Prové ambas cosas por separado y fue lo segundo, cosa que me maravilló pero lo que mas me gustaba era que no era el tipico fuego naranja y amarillo, era azul amaba el azul. Dos meses enteros practicando sin descanso, la unica pega era lo sedientas que me dejaba aquella tarea. Me alimentaba todos los dias por lo que me movía por Canadá Estados Unidos y Alaska. No me convenía llamar demasiado la atención, era primavera cuando escuché su voz susurrandome: - Nunca más vuelvas a cometer semejante estupidés pelirroja.- Era Saya en lo alto de un risco.

Una noche la pelirroja se descontroló y atacó una pequeña aldea en la selva amazonica. Tanto fue el desastre que despues de acabar yo misma con 4 sobrevivientes discutimos acaloradamente, la inglesita salió disparada de allí dejandome atrás. Me encontraba tan molesta que vacilé en seguirla pero unos 5 minutos mas tarde ya estaba siguiendole, no podia dejar que cometiera una estupides mayor. Seguia su rastro pero a una distancia donde no se percatara de mi presencia, al parecer si que tenia ganas de ``correr´´ por que no paró hasta Canadá. Parecía triste pero me mantuve firme, sque clase de creadora sería si la dejase hacer todo lo que quisiera aplaudiendo sus verrinches o complaciendo sus caprichos y no le dejaba desenvolverce sola en esta nueva vida? Esta sería su penitencia, no estaria a su lado para complacerla pero si le vigilaría de cerca, era mi responsablidad y no me apetecía meterme en problemas.
Quedé impresionada cuando descubrió por accidente su extraña habilidad, fue realmente encantador ver como se asustaba y como a los pocos minutos volvía a intentarlo. Practicaba y practicaba todos los dias durante dos meses enteros, creo que era su nueva obseción. Una cosa que encontré muy interesante fue ver como se alimentaba todos los dias, mejor dicho todas la noches ya que perfeccionaba su poder desde la mañana hasta el anocher y cuando las sombras se apoderaban del mundo ella salia en busca de sus presas. Acaso su nueva habilidad la dejaba a merced de la maldita sed? No hacía distinción entre hombres o mujeres y en ocaciones se deleitaba con algún(@) dulce niñ@.
Una mañana ya convencida de que era suficiente castigo para ella (y para mi demasiado tiempo sin sus tonterias y su compañia) le seguí mas de cerca, sabiendo donde se dirigía me adelanté y subí a lo alto de un risco y pensando en sorprenderla susurré: -No vuelvas a cometer semejante estupidés pelirroja. - Su rostro era sumamente expresivo, hacia muecas raras pero divertidas, si se alegraba de verme. Despues de una charla y un buen sermón del porque nunca podria repetirce lo de la aldea me miró arrepentida y me abrazó. -quieres ver algo realmente alucinante?- Sabia lo que queria mostrarme pero no dije palabra alguna y solo asentí con la cabeza. Cuando terminó reí y ella me miraba desconcertada. -Es algo increible lo que puedes hacer. El solo echo de que lo descubrieras tu sola y lo dominaras en tan poco tiempo es..... Wooooo- Encarnó una ceja -Te he estado observando todo este tiempo, no hay acción sin castigo querida mia. Y te lo merecias. - Ella solo escuchaba con cara de enfado pero con una sonrisa dibujada en sus labios. -Ya que estamos en primavera, hoy no te alimentes. -Estas de broma no? - Dijo incrédula. -Confía en mi, te llevaré a cazar mañana mismo pero será algo diferente. Amaba su cara cuando intentaba adivinar algo.¡Era tan tierna!

Me alegraba tanto estar de nuevo a su lado. Charlamos y quise enseñarle mi poder pero ella ya estaba al tanto, me habia vigilado todo este tiempo y yo sin tener ni idea. Eso me enfadó pero me daba igual al ver su cara alegre y condescendiente. Sus palabras me desconcertaron, no debía alimentarme esta noche y a cambio ella me prometía algo diferente. Algo diferente.... pensaba en mis adentros, intentaba adivinar que sería pero no se me ocurrio nada. Saya sonreía, se divertia mucho al verme resolver acertijos.
Esa noche la sed me atacaba sin descanso, Saya me llevaba a lo mas profundo de Canadá, si se acababa el mundo allí no nos enterariamos de nada. Ningún humano a cientos y cientos de kilometros a la redonda, solo animales. Que era aquel lugar, una reserva protegida o algo así? Aunque de ser así almenos habria un puñados de humanos vigilando la zona y protegiendola de los excursionistas y cazadores furtivos. En nuestro camino nos cruzamos con una pequeña manada de ciervos, salieron disparados y lo agradecí ya que olían fatal. Saya al verme respingar la nariz por el desagradable aroma de los ciervos soltó una carcajada que resonó por los alrededores.
-Mañana te alimentarás de sangre a-ni-mal Lo dijo despacio y con calma, esperaba una reaccion esceptica de mi parte y ta tuvo. -Animales? Tendre que alimentarme de animles? Por que? Huelen fatal son asquerosos.
-Cielo, en algún momento y bajo excepcionales circunstancias te verás obligada a hacerlo y créeme, es mejor que sepas ahora la clase de cazador que deseas.
-Cazador? Hmmmm Te refieres a los animales que cazan a otros animales no? Los carnívoros.
-Exactamente, verás los animales carnívoros son los mejores su sangre huele major que la de los hervívoros. Un puma huele 1000 veces mejor que un ciervo no? Dijo recordando mi reaccion al oler a los ciervos. La sangre de algunos animales omnívoros resulta apetecible cuando estamos realmente sedientos com la del oso. Como ellos tambien comen carne su aroma no es tan repugnante. Los humanos como ya sabes son tan tan pero tan deliciosos, incluso los vegetarianos.
Sabía que no moriria tan facilmente pero la idea de pelearme con un oso, puma o cualquier otra bestia me resultaba algo chocante. Al final este si que seria diferente y me estaba entusiasmando, despues de todo, cuantas veces luché con bestias como esa cuando era humana? Y ellos darían mas pelea (por decirlo de alguna manera, ya que solo se agitarian un poco entre mis fuertes brazos mientras les mataba) que 10 humanos a la vez. Oh ya podia sentir como la sed me atacaba y las ganas de matar se apoderaba de mi.

No estaba mal tener que explicar las cosas, ahora era mucho mas sencillo y no se mostraba tan escéptica. Despues de todo formaba parte de un mundo que nunca imaginó. Pillaba las cosas rapidamente, normal su cerebro funcionaba mas rapido, tenia sed y se estaba animando.
Esperamos el tiempo suficiente para olisquear a unos cuantos osos y comenzamos la caza, fue extremadamente divertido ve como la pelirroja jugaba con esos osos pardos, parecia danzar. Una danza de la muerte, pobres osos. - Tenias razón a sido muy divertido y su sangre no esta buena........ no como la humana. - Rio entre dientes - Vámanos a otro sitio, ya estoy un cansada de tanto verde. Dije pensando en un playa caribeña, claro que habian cosas verdes pero el azul del agua la arena blanca, sii vendito caribe.
- Tu decide que yo te sigo - Me dijo sonriendo. El caribe no era mala idea pero no era necesario.

- Que te parece Nueva Orleans? - Ya te lo dije antes te seguiré, además será mi primera vez allí. - Pues a Nueva Orleans pelirroja

Continua en Despedida en Nueva Orleans